martes, 2 de noviembre de 2010

Piñera, el Presidente que nadie quería (comentario CEP 07/2010

Los números de la CEP son excelentes para este gobierno, que no solo llegó al poder siendo leído como el mal menor y con un padrón que se desencantó de la política, además lo hace en medio de serios problemas de instalación y la angustiosa crisis que implicó el terremoto para la mitad del país.


Aunque la concertación se ha apurado a hacer un festín con el mas bajo porcentaje de todos los presidentes en democracia alcanzado por Presidente Sebastián Piñera (un 45%. en sus primeros días de Gobierno, versus Bachelet alcanzara 46%, Lagos 49%, Frei 50% y Aylwin 73%).   Los numeros deben analizarse considerando el contexto de la elección de Piñera y las perspectivas que se abren.

Recordemos que la politica chilena es una acción a la baja, al igual que en su peor momento lo fue Renovación Nacional, y que del mismo modo está pasando a ser un portafolio controlado por un hábil capitalizador de oportunidades. 


Al enfrentarnos al resultado de la primera medición CEP (julio de 2010) del pulso político nacional podemos hilvanar una construcción que anteriormente se anunciaba respecto a la circunstancia de PIñera Presidente y que se reflejan en los números publicados.

Piñera es sin duda el Presidente menos querido de las últimas décadas al momento de llegar al poder y esto es asi porque su ascencion tiene una génesis particular.

Su partido aliado, la UDI, lo detesta a morir. Hicieron todo para dejarlo a un lado y el mañosamente (como bien lo sabe hacer) se mantuvo reinventándose hasta llegar el momento del zarpaso.

Las encuestas de percepción siempre mostraron un alto rechazo a su persona y a su figura pública como empresario y político. Y en la concertación, aunque algunos digan que es obvio, lo rechazaban furiosamente.




Pero no es tan obvio puesto que el rechazo es visceral y furibundo, mas allá que el provocado por cualquier otro político de la tienda contraria. Acentuado al comprender que su avance hacia el trono ejecutivo era inevitable.  Triunfo que implicaba el descalabro total de la Concertación y "calabaza, calabaza..."

¿Entonces como pudo Piñera ganar en tales condiciones ¿.

La razón está en la correcta lectura del momento político que hizo Piñera, acompañado de un gasto ilimitado de recursos; pero y especialmente por el desastroso actuar de una concertación ya enviciada y sin liderazgo. Pero acaso no era Michelle una de las mas queridas Mandatarias de todos los tiempos me dirán. Sin duda eso dicen los números, pero Bachelet no era ni fue un líder para nadie en la concertación a diferencia de Alwyn y Lagos y muy timoratamente Frei, quienes en su momento encarnaron un proyecto histórico de recuperación democráticaba como se decía entonces.


Bachelet tiene en su sonrisa su mayor capital politico


Y por lo mismo, su carisma y el compromiso se agotó en ella, puesto que las mismas razones que la hacían querible por la ciudadanía, la mantenían a salvaguarda de los bochornos de la Concertación. El llamado Blindaje no era necesario porque la ciudadanía la blindaba per se. Entonces ella no pudo reeditar la entrega que Lagos le hizo y vio morir en su mandato una era.


Un padrón electoral que se hartó de la Concertación

Entonces teníamos un padrón electoral que haciendo elegir históricamente a la Concertación, esta vez, no estaba dispuesto a darle una nueva chance y optaron por un candidato que siempre tuvo un rechazo alto, pero que en la dinámica de nuestro sistema electoral resultaba la única alternativa viable.

Es así que Piñera no llega liderando un cambio social o representando una coalición poderosa, sino que capitalizando el momento ante una Concertación viciosa y sin liderazgo o credibilidad.



De aquí en adelante, el Presidente tiene un largo periodo para posicionarse sin sombras aparentes mas allá de las que él mismo se ocasiona por rasgos como su impulsividad. 












Pero es un hábil especulador, ha dedicado su vida a este momento y además la ciudadanía no espera mucho de él, todo lo cual le permitiría, asi como compró una acción a la baja en Renovación Nacional, para resucitarla hasta lo que vemos hoy, proyectar su gobierno como la fundación de una nueva era para la derecha chilena, orientada hacia el centro y lo social, aunque sin abandonar el abrazo a la generación de riqueza y el liberalismo económico tradicional (vaya equilibrismo). Seguramente, más por lo primero que por esto último, Don Patricio constantemente lo avala, viendo en Piñera la oportunidad si no de su agónico partido, si del posicionamiento de las ideas de la Democracia Cristiana tradicional que sucumbieron hace rato en manos de una Concertación volcada al socialismo.

Yo envalentonaría a Hinzpeter y Cia a descorchar un vino caro de los que acostumbran y seguir adelante bajo el nuevo hablamiento en política nacional¨.

por Mario Bravo Barraza

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