domingo, 26 de septiembre de 2010
Mapuches y estado propio
El abandono fue campo de cultivo para discurso revolucionario y la via armada
Asi fueron los políticos y sistemas judiciales quienes sembraron campos de desasosiego social donde germinó injusticia, miseria e ira. Allí se esparcieron sensaciones de desplazamiento y victimización frente a un sistema económico-social que usa sin garantías a cambio. Entonces aparecieron como desde hace largo, estos "revolucionarios" a cosechar el dolor y ofrecer revindicación donde solo construyen verdadera ruina.
Es claro el hilo conductor que sigue la acción y el discurso de Sendero Luminoso, FARC, y ahora los grupos de izquierda o anarquia revolucionaria que han infiltrado e instrumentalizado las injusticias cometidas contra la nación Mapuche para llevarlos por un callejón sin salida de violencia e intransigencia. Hoy bsucan nuevos mártires para alimentar la hoguera.
El desafío para nueva generación de políticos y actores sociales no ha cambiado, implica estar atentos a las necesidades; representarlas y promover cambios oportunos que eviten quiebres sociales irreversibles. Ser creativos y buscar instaurar una sociedad justa donde los abusos que han sufrido pueblos como el mapuche no se repitan o sean subsanados oportunamente.
Miles de hectareas entregadas no han sido suficientes.
La concertación realizó un trabajo de entrega de tierras y creación de instancias gubernamentales cresciente desde la ascension de Patricio Alwyn. Esa política se mantiene, junto a la voluntad de promover el respeto a su cultura, y un justo reconocimiento constitucional a su condición de nación. Aún hay mucho para avanzar y profundizar en ese camino y la voluntad para recorrerlo. Algo novedoso y atrevido en latinoamerica.
Pero todas estas acciones se enfrentan con un muro de intransigencia alimentado desde las élites que lideran el movimiento y plantean derechamente la autonomía, un Estado propio. Estos mismos solo entienden como camino la via violenta y el enfrentamiento, perpetuando el conflicto, única razón de su existencia.
Estas acciones no son mero vandalismo
Lamentablemente, hoy nos enfrentamos a las consecuencias de estas opciones. Los presos mapuches no están ahi por escribir discursos o columnas de opinión, por realizar foros o dirigir movimientos políticos revindicadores.
Sino que han sido imputados y procesados por acciones delictivas graves que incluyen incendio, secuestro, bloqueo de caminos, agresiones a personas y propiedades ajenas. Algunos como Hector Llaitul, han comprometido su vida con la violencia y la subversión armada, recibiendo instrucción militar e ideológica aproposito.
No es posible asimilar esto a un simple vandalismo de adolescentes o a la acción de una turba embriagada tras un partido de futbol. Nuestra legislación considera estas diferencias y junto con la acción política prudente para ofrecer caminos de diálogo a futuro, debe aplicarse en virtud de la mínima certeza jurídica en donde cada quién sabe y asume las consecuencias de sus acciones.
Chile a caminado hasta instaurar democracia, estado de derecho y suficientes libertades políticas para que bajo ningún concepto sea válido estos medios de presión. Las comunidades mapuches tienen la posiblidad de abandonar la dinámica del enfrentamiento, esperemos que encuentren los caminos para liberarse de los activistas que promueven la violencia y nos encontremos como hermanos de un mismo país.
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todos nos setimos orgullosos del país en que hemos nacido, nadie elige donde nacer ni donde morir es lo que te toca vivir Dios lo dispuso asi, seamos hermanos repetemonos amemonos.
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